Puede que os sorprenda el título de éste post, y que a muchxs os parezca incluso de mal gusto que haga ésta distinción, pero soy de las que pienso que al igual que por tener pareja no somos sólo ‘la pareja de’, por ser mamás no debemos de olvidarnos de que somos personas con necesidades, y aunque nuestras prioridades cambian, no podemos renunciar a nosotras mismas, y no hablo sólo de nuestro tiempo para socializar sinó también de cosas tan básicas como ducharnos o comer. Cosas vitales y necesarias y que a veces se vuelven un artículo de lujo.
Durante los casi 9 meses de embarazo me fui preparando para lo que venía y os hablaba en el blog, entre otros temas, de mis miedos (en éste post) o de los cambios.
También os hablé de mis frustraciones (aquí), pero nunca tuve en cuenta la pérdida de independencia que supone ser mamá, y repito, cuando hablo de independencia no sólo pienso en el momento de salir de compras o ir a tomar un café con una amiga, sinó que me vienen a la cabeza un montón de situaciones cotidianas que se convierten en una odisea.
No tuve en cuenta ésto como algo negativo porque primero: he decidido ser madre libremente, y dos: una vez que sabes que vas a serlo dejas de pensar sólo en ti y tus pensamientos se centran en el bebé, te preocupa solamente él y su bienestar.
Tampoco ahora lo veo como algo negativo, ni éstas palabras significan que me pese el haber sido madre porque no tengo todo el tiempo del mundo para mí, si así fuera no hubiera tomado la decisión, pero no puedo negar que renunciar a uno mismo no siempre es fácil.
Cuando hablo de independencia tampoco me refiero exclusivamente a hacer las cosas que uno quiere cuando uno quiere, sinó a poder apañártelas tú solo ante situaciones del día a día tan habituales como ir a la compra, a una cita médica, etc, algo que al menos a mí me resulta imposible muchas veces.
Me frustra muchísimo la falta de previsión y la desorganización y ambas palabras llegaron hace algo más de un mes para volverme majara. Precisamente por ésto, me acuesto cada noche haciendo una nota mental de las cosas que tengo que hacer al día siguiente, pero al menos que se obre un milagro o que los días pasen a tener 48h, me resulta imposible centrarme en algo que no sea ser mamá si no tengo alguien que me ayude.
Y vosotrxs, ¿qué opináis al respecto?
* No quiero despedir éste post sin deciros que mi intención no era la de convertir mi blog en un blog de maternidad, pero las circunstancias, y vosotrxs, así lo habéis querido.
Tengo muchas más cosas interesantes que contaros, por supuesto, pero me siento súper cómoda escribiendo sobre temas relacionados con la maternidad y veo que a vosotrxs también os gusta que os hable sin tapujos de mi experiencia.
Me siento muy identificada contigo. Piensas en lo que va a venir pero no te lo imaginas hasta que no ha llegado. Ser madre es lo más bonito del mundo pero te cambia la vida totalmente. Lo es hasta para los blogs, verdad? A mi me ha pasado lo mismo. Las personas cambian y manera de ver la vida también .
Un beso
Totalmente, nada vuelve a ser igual, y éso implica que nosotros también cambiamos!! Un beso grande!!