Aquí estoy para contaros mi experiencia en la recta final del embarazo (parto y post parto incluídos) y para dar respuesta a algunas preguntas que me habéis hecho a través de Instagram.
Mi intención no es la de contaros cada minuto del parto, creo que no es necesario porque no es con lo que quiero que os quedéis, pero si os pica la curiosidad no tengo problema en ahondar un poco más en el tema. Por el momento sólo os diré que siempre le tuve miedo a todo lo que tenía que ver con el embarazo, como ya os he comentado en alguna ocasión, y que después de pasar por ello sólo puedo decir, y ésto también lo he repetido mil veces durante éstos meses, que cada persona es un mundo, cada cuerpo diferente y que no tenemos que fiarnos de lo que nos digan sinó vivir nuestra propia experiencia sin miedo, con ganas y actitud positiva porque el resultado merece la pena, y es en lo único que debemos de pensar.
De todas formas, y para las más curiosas, deciros que mi parto transcurrió sin ningún pero, tuve una horita corta, con poco dolor y estuve tranquila como nunca lo hubiera imaginado. Ramón quiso ser rápido y todo salió a pedir de boca, nada que ver con las últimas semanas en las que estuve totalmente limitada por el dolor de espalda, y en las que perdí movilidad en la pierna derecha.
A continuación tocaré varios puntos/temas por los que me habéis preguntado, como os digo más arriba, a través de Instagram y con los que espero resolver vuestras dudas e intrigas:
. Lactancia:
Nos hemos decantado por la lactancia artificial por varios motivos, ésto no significa que no esté a favor de la lactancia materna, todo lo contrario, pero creo que cada una debe recurrir a la opción con la que más cómoda se sienta y la mía/nuestra ha sido ésta, igual de acertada que lxs que eligen la lactancia materna.
Creo que hoy en día las leches de fórmula son igual de buenas y completas, y que el vínculo que dicen que se crea entre madre e hijo con la lactancia materna puede existir, y existe igualmente con la lactancia artificial. La unión, a mi juicio, no depende únicamente del contacto piel con piel durante el momento de amamantar a nuestros hijos, sinó del contacto diario con nuestros bebés y la relación que se crea con ellos.
. Sentimientos a flor de piel:
Es imposible describir con palabras lo que se siente al ver por primera vez a tú hijo, son tantas emociones juntas que no podría explicarlo, es algo que hay que vivir en propia piel.
Durante el embarazo no estuve especialmente sensible, más bien todo lo contrario, pero desde el mismo momento en el que di a luz algo en mi cambió y empecé a sentirme más frágil y vulnerable, y me rondaban mil preguntas distintas. Es cierto que ésta sensación duró solamente unas horas, quizás fruto también del cansancio, de los nervios, etc, pero existió, y me hizo sentir mal el simple hecho de nublar un momento tan bonito y especial con pensamientos negativos.
Éso sí, fue salir del hospital y la tontería se esfumó de golpe para dar paso a la felicidad más grande del mundo. Ya no somos dos y las preocupaciones y dudas acechan, el cansancio está presente y nos gana el pulso, pero precisamente el hecho de que somos uno más nos proporciona la fuerza necesaria para combatir los contratiempos que van surgiendo, y en el ámbito emocional estoy serena y centrada en disfrutar de ésta nueva etapa al máximo.
. Post-parto:
Ponemos tanta atención al momento del parto que nos olvidamos totalmente del post-parto, y para mí ha sido lo peor, sin duda alguna.
Después de un parto en el que apenas pasé dolor, los puntos, el cansancio y el malestar hicieron de los primeros días del puerperio el peor momento, la verdad. Los tres primeros días estuve muy baja físicamente hablando, hecho que no ha condicionado mi opinión ni ha logrado cambiar la visión positiva que me ha quedado del embarazo en términos generales, pero que nos recuerda que no todo es de color de rosa.
Después de 3 semanas mi cuerpo está volviendo poco a poco a ser el que era, engordé cerca de 13kg que, muy a mi pesar, ya han desaparecido casi por completo, y por lo demás, pese a las molestias típicas, me encuentro estupendamente.
. Cambios:
Es evidente que con la llegada de un bebé nada vuelve a ser igual, ni siquiera nuestra forma de ver las cosas lo es, y a pesar de que hemos tenido 9 meses para prepararnos, nada ha tenido sentido ni hemos sido conscientes de la situación al 100% hasta el mismo momento en el que Ramón llegó al mundo.
Hemos dejado de ser dos y ahora tenemos con nosotros a un monstruito que no nos deja dormir, que llora y se enfada cuando tiene hambre o cólicos y con el que estamos aprendiendo un montón, sobre todo de nosotros mismos.
La vida son etapas de las cuales vamos sacando diferentes aprendizajes, ésta es difícil y dura por la responsabilidad que lleva implícita, y también por los cambios que surgen, pero es una etapa súper gratificante, o al menos para mí. Una etapa con la que he podido conocerme más a mi misma y también a mi pareja, y con la que he aprendido a quererme más y a confiar más en mí y en mis posibilidades. Ahora soy una persona más segura, más paciente y más tranquila.
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9 meses después os puedo decir que, teniendo en cuenta los pros y los contras, ésta ha sido la mejor experiencia de mi vida.
El embarazo se hace cuesta arriba en determinados momentos, no lo voy a negar. El dolor, el cansancio, las preocupaciones y dudas, etc, se unen para desmoralizarnos, sobre todo en la recta final, pero cuando el día D llega todo lo demás se olvida.
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