En el post de hoy os hablo de mi vida siendo madre, y analizo los pros y los contras de ésta nueva etapa tan bonita y difícil a la vez.
Los días pasan entre toma y toma, cambios de pañal, baños y siestas (muy necesarias) mientras él duerme.
Nos hemos olvidado del reloj y del mundo en general
y estamos disfrutando un montón de las primeras semanas de Ramón,
dedicándole todo el tiempo del mundo y tratando de quedarnos con cada
gesto, cada momento y mueca que nos regala porque crece a la velocidad
de la luz. No hay horarios y los tiempos los marca él según sus necesidades.
Mi vida, nuestra vida, ha dado un cambio radical.
Como era de esperar él es nuestra más absoluta prioridad, y quizás
porque sé que ésta etapa tan demandante es temporal, y también porque
hemos elegido libremente vivirla, no hecho demasiado de menos ‘mi
libertad’, al menos no por ahora pero…
¿ES TODO TAN BONITO?
No, claro que no, ni el embarazo ni la vida con un bebé son un camino de rosas.
El embarazo es un proceso en el cual el cuerpo de la mujer pasa por un montón de cambios, todos ellos necesarios para albergar la vida de nuestros bebés. Así mismo y debido a dichos cambios se trata de una etapa con muchos altibajos, además de físicos, psicológicos, o al menos en lo que a mi respecta (y cuya opinión comparten todas las personas con las que he podido hablar de éste tema) independientemente de que se trata de un esfuerzo que tiene una gran (grandísima) recompensa, y de que pese a todo me he quedado con muy buen sabor de boca y valoro mi experiencia como positiva y buena.
Mi cuerpo ha sufrido un montón y a día de hoy, un mes y pico después de haber dado a luz, sigo con molestias y tratando de recuperar mi forma física, y no hablo del peso sinó de volver a sentirme fuerte y ágil como antes.
Han sido 9 meses de fuertes dolores de espalda y problemas de riñón y un mes no es suficiente para que todo vuelva a su estado normal. Además, durante todo éste tiempo no he podido hacer ningún tipo de ejercicio físico y me encuentro súper baja de forma, el simple hecho de apurar el paso me resulta un gran esfuerzo, y creo que no sería capaz de echarme a correr ni aunque me persiguieran, jaja, así que hoy por hoy veo lejos, pero no imposible, el día en el que vuelva a ser yo al 100%.
Ni que decir tiene que volvería a pasar por ello una y mil veces, pero reconozco que han sido muchas las ocasiones en las que he derramado más de una lágrima por el dolor, por pequeñas complicaciones, por las dudas y el ¿lo haré bien?, etc, y no me avergüenza reconocerlo.
En cuanto al presente, la vida con un bebé es preciosa, sí, pero también sacrificada y dura. Diréis, ¿qué te creías?. Evidentemente teníamos claro no, clarísimo, que no todo iba a ser una maravilla y no nos ha cogido por sorpresa, pero no me siento peor madre por reconocer que en ciertas ocasiones tengo que respirar profundamente y contar hasta 10 para relajarme y coger fuerzas.
Todo es un poco caótico
sí, y el simple hecho de ducharme y arreglarme se convierte en una
odisea si estoy sola. Estamos muy verdes y tenemos que dejar atrás éstas
primeras semanas ‘de prácticas’ para dar paso a un día a día más
organizado y con unos horarios más definidos, es sólo cuestión de
tiempo.
Ramón lleva desde su segunda semana de vida con reflujo y cólicos, si a nuestra inexperiencia sumamos las noches en vela y la impotencia de no saber porque llora, o que le pasa, tenemos el cocktail perfecto para desquiciarnos.
En resumen, todo en la vida tiene sus pros y sus contras, y ésta etapa tan intensa no iba a ser menos, pero yo soy de las que trata siempre de que la balanza se incline hacia los pros.
Aunque el camino sea largo y duro, todo, absolutamente todo lo que los hace felices (aunque sólo sea un poquito) merece la pena y nos hace madurar y crecer como personas.
Hoy me gustaría terminar éste post proponiéndoos una cosa, me gustaría que compartáis conmigo vuestras experiencias.
¡ANIMÁOS!
¡Qué foto tan dulce y entrañable! Desde luego que no eres peor madre por manifestar la parte menos agradable de la maternidad, del embarazo y post parto. Considero que es necesario hablar con naturalidad de aquello que en mayor o menor medida todas vivimos. A veces parece que en redes sociales la vida tiene que ser obligatoriamente de color de rosa y ello puede frustrar a algunas personas. Gracias por compartir tu experiencia. Feliz camino 🙂
Gracias por tus palabras, la vida es bonita pero difícil en todos los aspectos, en éste no iba a ser menos. Creo que tenemos tanto miedo a ser juzgadas por quejarnos que es un tema tabú, y yo considero que aunque ha sido una decisión propia y muy meditada, no hay porque esconder la realidad. Habrá niños con los que todo sea coser y cantar pero a nosotros Ramón nos está poniendo a prueba y no tiene nada de malo contarlo, éso no significa que le quiera menos!!
Un beso y muchas gracias!!!!!
Desde luego que es una etapa muy difícil, pero preciosa a la vez, en la que aprendemos muchas cosas nuevas y en la que sentimos un amor incondicional e inexplicable. Teniendo todos los accesorios y muebles adecuados para nuestro bebé, todo será mucho más fácil y llevadero.